Cerámica en interiores
El uso de la cerámica en interiores está muy extendido desde la Antigüedad. Hoy suele entenderse por cerámica a una serie muy amplia de elementos y objetos, que incluyen baldosas, azulejos, mosaicos y otros revestimientos.
Los pisos revestidos con cerámica son muy populares. Estos revestimientos requieren de una base uniforme, sólida y seca; de esta manera, evitaremos los desplazamientos y la humedad. Lo más conveniente es dejar juntas entre cada pieza para que puedan absorber las eventuales dilataciones.
En las paredes, la cerámica puede adaptarse a diversos estilos de decoración. De acuerdo a los azulejos utilizados, podremos crear un entorno elegante, rústico, moderno, etc. Al igual que en el caso del piso, la cerámica debe aplicarse sobre una superficie sólida y seca.
La cerámica es un material que puede limpiarse con facilidad, lo que ayuda a su popularidad. Por lo general, los azulejos y las baldosas resultan resistentes a la mayoría de los productos químicos. En caso que se acumule moho en las juntas, puede quitarse con un fungicida y un cepillo.
La cerámica en interiores también puede lucirse a través de todo tipo de adornos. Desde figuras de animales hasta vasijas, pasando por frutas, muñecos o formas abstractas, la cerámica permite crear una amplia variedad de objetos de decoración. Es posible encontrar hermosas antigüedades de cerámica, que tendrán un coste bastante elevado, o adornos modernos fabricados de manera industrial que resultan mucho más económicos. Se trata, por supuesto, de piezas muy diferentes entre sí, que sólo comparten el hecho de estar incluidos dentro de ese gran grupo que es la cerámica.
En Interiores.com: Paneles separadores de cerámica
Imagen 1 Flickr CC highfithome
Imagen 2 Flickr CC florixc