Componer un minidespacho en casa
De forma ocasional podemos necesitar en el hogar un rincón donde poder realizar algunas actividades relacionadas con el trabajo, pero no siempre tenemos en casa una habitación que podamos destinar al uso de despacho, con todo cabe siempre la posibilidad de conformar una zona del dormitorio o del salón para tales efectos.
La idea es buscar una zona bien iluminada, a la que poder darle un uso diferente al del resto de la estancia, sin que esto interfiera en las otras actividades que allí vayamos a desarrollar, lo habitual es si el salón es alargado colocar la zona de trabajo hacia la parte de atrás, lo más lejos posible de la zona de estar, los sofás y la tele y en el caso del dormitorio, normalmente hacia uno de los lados de la cama.
No necesitamos demasiados muebles para un pequeño despacho en casa, sólo una silla, una superficie donde apoyar y alguna estantería o cajón, la silla debe ser cómoda, pero la mesa no tiene porque ser demasiado grande, de hecho lo más adecuado es una consola extensible, de modo que ocupe muy poco estando cerrada y que podamos abrirla cuando nos interese utilizarla con comodidad.
Si incorporamos esta zona de trabajo en otra estancia tenemos dos posibilidades que son, integrarla a nivel decorativo para que pase desapercibida en el conjunto o marcar las diferencias entre las distintas zonas para delimitar los espacios correspondientes a cada actividad, o bien con el color o con el material de los muebles.
La propuesta que vemos en la imagen de este artículo es de Former, la mínima expresión de un área para trabajar, dispone de lo indispensable para actividades concretas, cada uno deberá pensar de lo que puede necesitar en cada caso concreto, para adaptar la propuesta a esas necesidades específicas.